Santiago Sierra
 quería una escultura que pudiera comunicar un mensaje intercultural, 
pero que fuera lo suficientemente flexible como para cambiar su 
significado dependiendo de donde estuviera ubicada. Un monumento a la inconformidad
 sale de gira global por el primer mundo (Italia, Alemania, Reino Unido,
 Países Bajos, Bélgica, España, Canadá y  EE.UU., de Nueva York a Miami)
 para dar (en su palabras)  un grito antagonista del sistema:“Las personas que están luchando activamente contra el sistema necesitan imágenes y los artistas se las debemos proporcionar. Este NO está hecho para todos los que ya están hartos de la injusticia, la dominación, la censura y la opresión. NO, sin precisar, NO al manoteo de un sistema que toma a sus ciudadanos como borregos y que se encarga de reproducir mentes acríticas por medio de una educación a todas luces dirigida”.
La performance, que elegía escenarios donde demostrar olímpico desprecio a todos los centros del poder y del consumo, se convierte ahora en la película: NO, Global Tour. The film, con aires de road movie filmado en blanco y negro que retrata en 120 minutos el enfado universal de su autor. 2 horas de recorrido, con mucho paisaje rutero y sin ver un solo rostro, ¿no será demasiado Santiago? Bueno, así pueden juzgar por ustedes mismos.